A la luz de la crisis que padecemos, hemos de ahondar en el problema humano que muchos han creado y que afecta a los más débiles, a aquellos que no han tenido ni arte ni parte en situarnos en este abismo económico que repercute dramáticamente en la vida de muchos ciudadanos.
¿Nos tenemos que defender de los políticos? Si hacemos un análisis social de la realidad, hemos de concluir que sí. Los gastos y el endeudamiento de las comunidades autónomas, durante el año que está terminando, nos dice que les falta sensibilidad, buen criterio y un sentido realista de las presentes circunstancias. Ante los tiempos que corren, la austeridad debe ser la nota dominante en todos los que pueden ser más austeros, porque hay ciudadanos que hace tiempo que se le acabaron los agujeros del cinturón de tanto apretárselo.
Las obras de la avenida de La Familia Bethencourt y Molina del Puerto de la Cruz son un despilfarro de dinero, porque estas obras son totalmente innecesarias, ya que dicha vía estaba en buen estado y sus aceras no hace nada de tiempo que se pusieron nuevas. La excusa de que hay que hacer obras públicas para generar empleo hay que entenderlo bien. Las obras hay que hacerlas donde sean necesarias. Hay infinidad de calles y carreteras que están en muy mal estado y éstas no se tocan.
Aún hay muchos gastos superfluos evitables y que nuestros políticos no parece que estén dispuestos a suprimirlos. Tenemos que defendernos de estos malos administradores y mandarlos a reciclarse y que se dediquen a otra cosa. No podemos admitir recortes en cosas necesarias mientras se gaste el dinero en cosas que no lo son, que por desgracia hay muchas.
sábado, 21 de enero de 2012
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