- Los mediocres son tales porque siempre se oponen a todo lo que sea excelencia.
- En política se mira más el pozo que la calidad del agua.
- La mediocridad y el progreso son enemigos irreconciliables.
- No me importa para nada el pozo si el agua es buena.
- A veces noto que a mi espíritu se le ha quedado anticuado el vestido que le cubre.
- El que mejor canta no es el que más chilla.
- Los que se ponen ricas vestiduras para ser admirados, olvidan que lo que causa admiración son los ropajes, no ellos, que sólo son la percha.
- La casa del convencimiento tiene muchas puertas falsas.
- Las ideas que se imponen siempre exigen algún tributo.
- A falta de realidades, no importa vivir de sueños, de algo hay que vivir.
- Cuando admiramos la grandeza de un río, siempre nos acordamos de su desembocadura, nunca de su nacimiento.
- El camino de la historia humana es una carretera de alta montaña.
- Deberíamos tener como norma, en la vida, el principio del caminante: no metas en tu mochila aquello que no vayas a usar.
- Si los seres de la naturaleza hablaran nuestro propio lenguaje, nos tendrían aturdidos con sus continuas quejas.
- Qué poco inteligentes somos los humanos, nos complicamos la vida unos a otros, sin necesidad.
- Si de algo me arrepiento, de mi vida pasada, es de no haber aprovechado mejor los momentos felices.
- Todas las etapas de la vida del estudiante tienen mucho de guardería.
- No hay una adecuación total entre los sentimientos y el lenguaje que los expresa.
- La mujer toca todas las teclas para ser madre, una vez conseguido, se le olvida la música.
- Hay personas a las que las gafas le imprimen carácter.
jueves, 5 de mayo de 2011
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