lunes, 4 de noviembre de 2013

Comentemos 7

Antes, cuando tenía menos años, tenía una cierta simpatía por uno de los dos bandos que tratan y consiguen hacerse con el poder, izquierdas y derechas, aunque nunca perteneciera a partido alguno. Hoy día ya he perdido estas simpatías, pongo en práctica aquella vieja frase del evangelio: "Por sus frutos los conoceréis". Procuro tener los ojos bien abiertos y no olvidar nunca ni la historia ni la actualidad. Cuando leo y escucho a los políticos ensañados en sus guerras dialécticas, partidistas, usando como munición las medias verdades, las mentiras, afeando y censurando al contrario aquello que ellos mismos practican, pienso que hemos tenido muy mala suerte, porque el espejo, en el que tendríamos que mirarnos, ha perdido totalmente su brillo y solamente quedan sombras opacas.
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PP-PSOE gasta casi 8.000 euros en 4 columpios de Ágatha Ruiz de la Prada

Acabo de leer en El Diario de avisos el artículo cuyo titular es el que antecede. Dicho artículo está redactado y concebido para engañar a pardillos, y justificar lo injustificable. Las razones que se dan para justificar este gasto disparatado e inoportuno, sobre todo en los tiempos que corremos, tienen menos peso que el plumón de un polluelo. Según dicen los entendidos, este material vale, en el mercado, la cuarta parte de lo pagado por él, claro que no pueden presumir de marcas.¿Qué clase de gobernantes tenemos, que tiene las neuronas de vacaciones perpetuas todo el año? ¿No hay nadie en ese ayuntamiento con dos dedos de sensatez que evite esos desmanes?.-Claro que esto es solo un botón de muestra de la gran fábrica de botones que se extiende por todo el país, porque la U.G.T. de Andalucía tiene una buena colección de ellos.El último que ha llegado a mi conocimiento es cómo justificaban las comilonas de la feria, apañando facturas que, como siempre, terminamos pagándolas el pueblo con nuestros impuestos, cada vez más elevados.
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Ahora mismo no se a quien votar, pero sí se a quien no votar. Soy aficionado a la historia y no me olvido tan fácilmente de sus hechos. No me olvido de aquellos que no tomaron las medidas adecuadas, cuando apuntaba la crisis, para ponerle remedio, porque había unas elecciones de por medio y prefirieron sus poltronas al bien del pueblo, y claro la crisis se ha cebado, sobre todo, con los más humildes y con la juventud. Esto no se puede olvidar.