Hace años que da la sensación de que Canarias se ha contentado con el turismo y ha abandonado cualquier otra fuente de financiación. Los terrenos, en otros tiempos, dedicados a la agricultura, hoy se encuentran abandonados, da pena caminar por las costas del norte de Tenerife y constatar que los regadíos, en terrenos cálidos, que pueden producir cualquier clase de productos agrícolas, se encuentran vacíos y deteriorados por falta de uso.
Pero no solamente se ha abandonado la agricultura, en parajes muy idóneos, sino que la ganadería parece haber desaparecido de la mayor parte de la isla.
Otro de los sectores primarios a los que no atendemos es al mar. Es una incongruencia que el pescado que cosumimos tenga que venir de la península, a través de la grandes superficies de alimentación, y esto viviendo en unas islas....... Es hora de que nuestros gobernantes se pongan las pilas y dejen de sestear
bajo la cómoda parra del turismo, que ésta ya no da sombra para todos. Hay que sacarle al mar lo que otros pueblos son capaces de sacarle, riqueza y puestos de trabajo. Si hay que invertir en este sector productivo, hágase.
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Fuentes del sector informaron de que en estos momentos el mercado puede absorber unos cuatro millones de kilogramos de fruta, mientras que la producción en toda Canarias está sobre los 6,5 millones, con el 40% en La Palma. La autorización del consejero de Agricultura, que responde a una petición de Asprocan, permite la pica del 33% de lo que se produce, es decir, prácticamente los 2,5 millones de kilos que no están previstos vender.
Es una auténtica inmoralidad, siempre, pero en las circunstancias actuales mucho mayor, que se destruyan 2,5 millones de kilos de plátanos y no se repartan entre los centros de beneficiencia y familias necesitadas. Al Sr. Consejero de agricultura se le debería caer la cara de vergüenza por autorizar semejante derroche social, pero qué vamos a esperar de los actuales políticos, mirando el panorama que nos han creado, llevándonos a la ruina y al paro.
¿Cómo podemos estar todo el día pidiendo a todas las instituciones y luego destruimos una fruta que podría ser aprovechada por nuestros ciudadanos? No puedo entender esta postura egoista e insolidaria, y menos sabiendo que la agricultura es subvencionada con dinero público. Tenemos que reprobar y condenar tales conductas, injustificables.
sábado, 28 de julio de 2012
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