viernes, 7 de diciembre de 2012

El derroche no tiene freno.

Los ejemplos de derroche que nos dan, un día sí y el otro también, los políticos que tenemos en España, no tiene freno, aunque estemos atravesando la crisis más aguda. No tienen conciencia del dinero que despilfarran, y esto sucede porque les falta espíritu democrático  por una parte, y por otra, porque no han asimilado el papel de servidor, de administrador, que deberían tener, sino que le han usurpado la soberanía al pueblo, y se han constituido en dueños y señores de la vida pública.

Recuerdo que en mis años mozos, durante la dictadura de Franco, alguna vez oímos a los simpatizantes del régimen decir que España no estaba preparada para una democracia, aquello nos sonaba a una justificación de la situación reinante, y no le dábamos otro valor. Pero hoy, mal que me pese, estoy sospechando, ante la situación actual, que quizá no fueran tan descaminados los que pensaban de esa manera. Y eso lo digo, porque a la clase política que nos ha tocado soportar, le viene muy largo el traje de la democracia. No han entendido bien su papel en esta comedia.

En estos días, la cámara alta,el senado, para que nos entendamos todos, ha mandado , no sé a que informáticos a que le confeccionen una página web, hasta ahí me parece bien.Lo que no es de recibo es que en esa paginita se hayan gastado la friolera de 500.000 €, 83 millones de pesetas, esto es un derroche que no tiene nombre. Los técnicos entendidos en la materia afirman que nunca debería haber sobrepasado los 100.000 € , pero que lo normal es que su precio final fuera de 50.000. Estos señores políticos no tienen remedio, con la que está cayendo, y ellos se permiten estas frivolidades injustificables.

Otra florecilla del senado.Vaya, hoy la hemos tomado con esta cámara.Resulta que en sus presupuestos hay una partida de 300.000 € para traductores. No, no me he equivocado, he dicho bien, para traducirle a sus señorías, que hablan todos castellano, las intervenciones hechas en otros idiomas, como catalán, vasco, gallego, bueno,  parece que en lugar de ir sus señorías a tratar temas serios se dedican a jugar al esconder lingüístico.Esto es demencial y suena a caprichito de niño mal criado.Si esos 300.000 € los tuvieran que poner de sus bolsillos, otro gallo cantaría, pero como son del bolsillo del contribuyente, pues nada a derrochar, que tiramos con pólvora del rey.