Cuando las cosas no se hacen bien y al frente de las instituciones públicas no están personas bien formadas, centradas y ecuánimes, sino personajes radicales, que no quieren ver la realidad de las cosas, sino que miran a través del color de sus gafas, sucede lo que nos ha sucedido en España, que tienen que venir de fuera a corregirnos la plana.
Merkel y Sarkosy son los motores de la economía de la Unión Europea, a la que nuestro país pertenece. No son personajes extraños que se entrometan dentro de las competencias de España, ellos velan porque España haga el menor daño posible al euro y a las finanzas de la Unión, ese es su papel y de ahí vienen sus recomendaciones y exigencias.
Nuestra independencia en economía y en otros campos no es absoluta, desde el momento en que voluntariamente aceptamos formar parte de la Unión, y por tanto tenemos que acatar sus leyes y exigencias. Por lo que tenemos que tener muy claro que, tanto para bien como para mal, influimos en la marcha de otros países, y esto lo aceptamos voluntariamente, o tendrán que recordárnoslo, aunque no nos guste.
Eso es lo que ha pasado, con la crisis y la forma tan ineficaz de afrontarla. Pero ante la ineficacia de nuestros gobernantes, no nos viene mal que alguien vele por nosotros y trate de ponerle remedio a esta situación tan desastrosa. Siempre conviene que haya una instancia superior a quien recurrir, para que los gobernantes no se crean inmunes y se sientan vigilados por alguien que les puedan pedir responsabilidades.
Cuando ya creíamos que se iba a frenar el endeudamiento público, y así se marchó convencida la Merkel, ahora resulta que no, que Mas tiene más fuerza que Europa y todos los intereses de España. El Sr. Zapatero, al día siguiente de decir una cosa, dice la contraria, y autoriza más deuda a todo el mundo. Con esta inseguridad, veleidad y falta de seriedad, no se puede gobernar, nos está hundiendo más y más. ¿Hasta donde? ¿Encontraremos alguna vez, una cuerda lo suficientemente larga como para sacarnos de este profundísimo pozo?
lunes, 14 de febrero de 2011
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