sábado, 21 de noviembre de 2009

La pescadera del puerto

Con la mirada en la mar
la pescadera del puerto
espera todos los días
de su marido, el regreso.

Que no ruja la galerna,
que sólo soplen los vientos
en la popa de los barcos,
y que domine el buen tiempo.

Que Poseidón no se enfade
con los humildes pesqueros,
que lleguen a tierra salvos,
de luchar contra el océano.

Así piensa temerosa
la pescadora del puerto
y esperanzada susurra
oraciones y lamentos.

En lontananza se otea
el mástil de algún velero

una silueta lejana
de la barca que se acerca
directa hacia la bocana.

Cansados y soñolientos
después de cinco o seis días
los pescadores arriban
con las bodegas vacías.

La suerte ha dado la espalda
al trabajo y sufrimiento
de estos hombres que en la mar
buscan su justo sustento.

La pescadora sufrida,
sin caer en el desaliento,
resignada ve la barca,
pensando en un nuevo intento.