domingo, 24 de julio de 2011

¿Oposición por oposición?

........... "También es cierto que desde el Gobierno uno se ha dado cuenta en estas dos semanas de que algunos hechos que veníamos denunciando desde la oposición no nos asistía la razón. Hay que reconocer que en algunos aspectos estábamos equivocados cuando vertíamos nuestras críticas. Creo que eso a nadie nos debe doler, reconocer determinadas facetas que pensábamos que funcionaban mal y que están funcionando bien."

El Sr. Valbuena, nuevo consejero del Cabildo de Tenerife por el PSOE, ha hecho unas manifestaciones a un medio de comunicación local del que he extraído el párrafo que encabeza este escrito.

 Cuando los españoles dicen que uno de sus grandes problemas son los políticos, están más que cargados de razón, pero éstos no se dan por enterados, siguen su bola, cobrando sus buenos sueldos, entrampando a las instituciones, y el que venga detrás que arree, y claro, los zorros no pueden ser guardianes del gallinero.

En esta politocracia que nos han montado existen una gran cantidad de papeles secundarios que si se suprimen, el argumento de la comedia ganaría en espontaneidad y brillantez. El Sr. Valbuena nos da la razón
cuando nos dice que los personajes de la oposición ni se enteraban del argumento y funcionamiento de la obra. Esto de la oposición se ha convertido en un status de lucha partidista, para tratar de debilitar y tumbar al que está gobernando, para que deje el puesto libre. No existe un control  de gobierno en favor de los intereses de la comunidad, sino de los intereses del partido.

Poco provecho acarrea un partido que no gobierna, que en lugar de ayudar a un buen gobierno de la sociedad, su único papel es decir a todo que no, esta forma de entender la política es inútil y habría que acabar con ella. El Sr. Valbuena reconoce que cuando no tenía competencias de gobierno criticaba la labor del gobernante, pero ahora que sí las tiene, aquello que decía que era malo ahora es bueno. No podemos tomar en serio las palabras de los políticos, están contribuyendo, de una manera negativa, a la devaluación de la palabra y al crédito que nos debemos los ciudadanos.

Se ha generalizado, entre nuestros políticos, que en política vale todo: la mentira, la exageración, las medias verdades, el ocultamiento de la realidad, el despilfarro....... todo si con ello se consigue el poder.