de los antiguos caldeos,
cómo Dios creo el mundo
en los muy remotos tiempos.
No es cómo lo dice el Génesis,
ni tampoco los hebreos,
la historia es como sigue,
yo complacido la cuento:
Al llegar a los vivientes,
lo hizo con mucho esmero,
formaba del blando barro,
con mucho arte, sus cuerpos.
Y en un gran frasco de oro
tenía guardado el talento,
que repartía con mesura
a cada viviente nuevo.
Al hombre formó al final;
como sobraba talento,
se le fue la mano un poco
en su trabajo postrero.
Pero el hombre al verse solo,
le pidió un fiel compañero,
y con lo que había sobrado,
le hizo un hermoso perro.
Pero en el frasco de oro
quedaba mucho talento,
y todo se lo llevó
el agraciado sabueso.
Mas el hombre receloso,
ante el don del compañero,
pidió a Dios le compensara,
y no ser del tuso siervo.
El creador se lo pensó,
y echó mano de los tiempos.
Tú vivirás mucho más
para aprender con esfuerzo,
y llegar a saber tanto
como este avispado perro.