La democracia es la forma de gobierno, en la que , directa o indirectamente, las grandes decisiones las toma la colectividad, los gobernantes son los escogidos por el pueblo soberano para que gobiernen, no solamente en nombre del pueblo, sino para que sepan interpretar y sintonizar con los deseos y necesidades de éste, y su gobierno sea una expresión de la volutad popular. Pero hay muchos políticos que no tienen esta sensibilidad, yo diría que no han aprendido esta lección tan elemental de democracia, y en cuanto consiguen el poder, se hacen dueños y señores,y no servidores y administradores, de la cosa pública.
Hay muchos casos, a nivel de ayuntamientos, autonomías y gobierno central, en que las peticiones del pueblo van por un lado y la voluntad de los políticos por otro muy distinto. Es decir, falla la esencia de la democracia, y esto no gratuitamente, en el fondo, lo que hay es un choque de intereses, por una parte los intereses de los ciudadanos, y por otra, los intereses particulares de la clase política, y como ésta tiene el poder, actúa saltándose todos los principios de ética política.
A nivel de autonomía, les voy a poner dos ejemplos: la policía y la televisión autonómicas. Dado que los recursos son limitados, y aún existen muchas necesidades, de primer orden, por cubrir, es lógico que se atiendan primero las necesidades, y después lo que no es necesario, porque no creo que haya nadie que piense ser necesarias ni la televisión ni la policía autonómica. Así opinan la inmensa mayoría de los canarios, pero no los políticos que nos gobiernan. Yo me pregunto ¿No le faltaría legitimidad moral a unos gobernantes democráticos para hacer lo contrario de lo que quiere el pueblo, a quien representan?.-
El otro ejemplo que voy a poner es el nuevo estatuto de autonomía de Cataluña, pero también podría poner los de otras comunidades autónomas. Un estatuto que ha sido votado por una minoría, que no les interesa para nada a la mayoría, que solamente les interesa a un grupo de políticos, para acrecentar su poder, y que nadie pueda controlarlos. ¿Esta clase de políticos nos representan,verdaderamente?.... Moralmente no, aunque legalmente digan que sí, pero ¡Ojo! que de esta forma, las leyes se quedan vacías de contenido real.
Es muy malo para todos, que la clase política, en muchos casos, gobierne de espaldas al pueblo y no haya esa sintonía que debería existir.
lunes, 28 de junio de 2010
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