sábado, 22 de diciembre de 2012

El separatismo es un cáncer

Vivimos tiempos difíciles y no solo tenemos que soportar problemas económicos, los más graves son los problemas políticos, afirmaba el otro día y me reafirmo en el día de hoy. Esta lucha a brazo partido que tienen entablada los separatistas, sobre todo los catalanes, contra el gobierno español y todo lo que huela a España, es insoportable e impropia de una nación moderna y que lleva existiendo más de 500 años. A esta situación hemos llegado por la cobardía de los dirigentes de la nación y por los apaños de los gobernantes que hemos tenido en estos últimos años, tanto de izquierdas como  de derechas.

Nunca jamás se debería haber consentido 17 Reinos de Taifas y desmembrar a España de esta manera. Una cosa es acercar la administración al pueblo y otra invadirlo con una pléyade inmensa de cargos bien remunerados e innecesarios que limpian constantemente el bolsillo del contribuyente.

Pero hay una cosa más grave aún, nunca se debía haber permitido que existieran partidos políticos que no admitieran las reglas del juego democrático, y la primera de estas reglas es la constitución. Con gobiernos débiles no puede funcionar una sociedad,( y aquí recrimino por igual al  PP y al PSOE, que se han dejado chantajear por los separatistas, antes de velar por el bien de la nación. No se puede tolerar que Mas y su tropa no cumplan las determinaciones de los tribunales, cuando no son de su agrado, y nadie tome una decisión firme de obligarle a cumplir la ley o en caso contrario sancionarlo como a cualquier ciudadano.

Es una vergüenza que un puñado de políticos traigan en jaque a los catalanes que no piensan como ellos. Le niegan el derecho más elemental, como es el uso de la lengua que les apetezca, obligándoles a usar una de ellas, por imposición. En la enseñanza, lo justo sería hacer grupos separados con los alumnos que prefieran una u otra lengua, pero claro el fanatismo de esta gente primitiva no consiente otra cosa que no sea su soberana voluntad, y no la lógica. Y es que no se trata solamente de la lengua, también en los contenidos tratan de falsear la historia para fanatizar y encauzar a las tiernas mentes de los niños por el camino que ellos quieren, que no es otro que el odio y el desprecio por todo lo que sea español.

La última guinda sobre el pastel, nos la han colocado el otro día, pretendiendo que para matricularse en una universidad catalana, el estudiante deba hablar catalán, esta gente ¿tiene los pies sobre la tierra o es que su fanatismo le ha velado el cerebro?