En todas las épocas de la historia se han puesto de moda conceptos que se han valorado de una manera especial, llegando a sobrevalorarlos más que a otros , que deberían estar por encima en la escala de valores humanos.
Me voy a referir hoy al racismo y a la xenofobia. A veces no hay ideas claras sobre el significado de estos términos y de ahí que se apliquen mal. Para muchos progres de pacotilla, cualquier incidencia negativa que se tenga con un extranjero o de otra raza, lo tildan de racismo y xenofobia , y eso no es así. El racismo implica un desprecio del otro, por considerar que pertenece a una raza de un rango inferior a la nuestra , que la consideramos superior. Y xenofobia es un rechazo generalizado a lo extranjero.
Se han dado casos en algunas ciudades de racismo y xenofobia , pero la defensa ante grupos de delincuentes , que coinciden que son de otra raza o bien extranjeros , no se puede calificar de racismo ni de xenofobia, ya que la incidencia con ellos no es por otro motivo que sus actos delictivos. De la misma manera se comportarían si dichos grupos fueran de compatriotas nuestros. La oposición es al delito , no a la persona y menos a la raza a la que pueda pertenecer.
Otro caso frecuente es el de los parados que se quejan de que los que vienen de fuera les quitan los puestos de trabajo , esto es humano que manifiesten este sentimiento y no creo que haya tampoco aquí nada que ver con el racismo ni la xenofobia , sino con la necesidad. En nuestra casa atendemos antes a los de la familia que a los extraños , y este es el sentimiento que estos ciudadanos manifiestan. No hay que confundir los términos.
miércoles, 15 de julio de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)