martes, 15 de diciembre de 2009

Anochecer


La naturaleza siente
que el día llega a su ocaso,
las hojas cierran estomas,
la tarde está agonizando.

Las aves buscan su cama
entre las ramas de un árbol,
y allí dormirán su sueño
soñando con nido blando.

Helios se está recogiendo,
retira su manto blanco,
lo cambia por otro negro
que las estrellas bordaron.

No se marcha de repente
poco a poco va dejando
esta Tierra sin colores,
para marcharse a otro lado.

Arreboles lo acompañan,
de atardeceres dorados,
se mira por la ventana
que la luna le ha donado.

Adorna su manto negro
con lucecillas de saldo,
hasta que cambie otra vez
por su hermoso manto blanco.

La Luna se siente sola
en este reino tan magno,
pide ayuda al que se ha ido
y refleja su regalo.

La Tierra duerme tranquila
y descansa de buen grado,
hasta que vuelva su rey
a dar vida a lo creado.