jueves, 11 de marzo de 2010

Recuerdos

No vivas pensando en tus noches negras
que al amanecer, ya no las contemplas,
se han desvanecido, la luz se las lleva,
pasaron de largo, de ellas nada queda.

Su solo recuerdo ya no lo celebras,
porque los recuerdos no marcan los tiempos,
no permitas que sólo te sirvan de lastre
y que sean el freno de tu andar sereno.

La vida son realidades, no tristes recuerdos,
razones que mandan seguir adelante,
no mirar atrás con el pensamiento,
siempre ponerte en camino y deshacerte de inútiles pesos.

Hay que dejar muchas cosas, a la orilla del camino,
sin nostalgias que nos llenan de angustia nuestro destino,
no es posible conseguir ser abad y peregrino,
disyuntivas que nos marcan para siempre, desde niños.

No guardes, por mucho tiempo, en tu mente, lo vivido,
si desgarros ha dejado en tu vida, muestra olvido,
pues el daño que produce se renueva sin alivio,
abre la jaula, que vuele y que no esté más contigo.

Los recuerdos que conserves, para volver complacido
a vivirlos nuevamente, con el mayor regocijo,
deben ser los que sembraron semilla de blanco trigo,
y no cizaña y abrojos que invadieron tu camino.