miércoles, 9 de septiembre de 2009

Desprecio a la materia

Cuando uno se pone a pensar y a hacer análisis de lo que ha sido su vida, de las influencias sufridas, de las teorías leídas, de las verdades incomprensibles enseñadas y admitidas sin demostración alguna, de la distinción entre lo malo y lo bueno, de tantos hilos con los que nos han tejido nuestra existencia, y si además, ahondas un poco en la historia y ves quienes han sido los creadores de toda esta palafernaria mental, llegas a la conclusión que la humanidad ha sido manipulada por unos pocos, en provecho propio, negando lo evidente y admitiendo e inventándose creencias y formas de vida totalmente irracionales, valiéndose del analfabetismo de las masas y por tanto de su fácil manejo y adoctrinamiento.

Sin conocimiento de las posibilidades que tiene la materia, la mente y el cuerpo humano, sin un estudio honrado y veraz se le ha desposeído de cualidades propias para asignarlas a creaciones inexistentes, y por lo mismo jamás demostradas.

Siempre se ha hablado mal de la materia, se le ha despreciado y olvidado como cosa mala o sin importancia. No se cómo se pueden hacer tales afirmaciones sin tener ni la más mínima idea
sobre la misma. Solo el fanatismo y la soberbia de creerse poseedores de la verdad única pueden explicar semejantes posturas en la vida.

Cada día, a base de un estudio y trabajo ejemplar, se descubren más cosas sobre el mundo en que vivimos y particularmente sobre nuestro cuerpo humano, que dejan muy a las claras las falsedades que nos han trasmitido de generación en generación para adoctrinarnos y someternos como a ovejas de un rebaño.

Cómo podemos hacerle caso a prácticas de la edad media, donde todo se endiosaba o se demonizaba sin más estudio científico, solamente guiados por una ambición desmedida de imponer el propio criterio a los demás.

Todavía nos queda mucho por descubrir sobre esta denostada materia. Cuántos científicos dedican su vida y el trabajo de cada día al estudio del universo, de la Tierra, del cuerpo humano, de las posibilidades de nuestro cerebro.