sábado, 4 de diciembre de 2010

A la enfermera de noche

Cuando Helios se retira
en pegaso de alas blancas,
recoge sus largas velas,
las apaga hasta mañana,

y la Tierra obscurecida
cierra sus ojos, cansada,
los vivientes se retiran
a descansar a sus casas.

Un ángel se queda en vela
para atender las llamadas
de la soledad que vive
las largas horas que pasan.

Ella mitiga el dolor
que atenaza con sus garras
vidas yacentes que luchan
por ganar esta batalla.

Con su presencia hace luz
en la obscuridad del alma,
del que ya no ve el camino,
sendero de la esperanza.

La sonrisa de sus labios
disipa, con dulce gracia,
la tristeza del que yace
inmovil en una cama.

Sigilosa, de puntillas,
por los pasillos desgrana
atenciones, que requieren
los enfermos que le llaman.

No al abandono de los parados.-P-

Llevamos un tiempo que no ganamos para sobresaltos, todos los días nos levantamos temiendo la mala noticia que nos tocará soportar. Nuestro corazón, el pobrecillo, se ha llevado ya tantos sustos, que no sé cómo aguanta. La perla que nos ha tocado estos días, es que a los parados de larga duración van a dejar de pagarles los 420 euros que recibían para poder mal subsistir. Bueno, ¿de qué van a vivir estas personas?.-No, y rotundamente no a esta medida insolidaria e injusta. Este no es el sentir del " pueblo soberano", qué sarcasmo. . . . . .

Esta es una cobertura social de extrema necesidad, y como tal, no se puede suprimir. Señores gobernantes, de todos los estamentos, con el dinero público se están pagando unos servicios que son necesarios, otros que son útiles y luego hay una gran cantidad de gastos que yo catalogaría de innecesarios. Esta última lista es tan larga, que si se suprimieran de ella, la mayoría de los gastos, se solucionaría la deuda pública en poco tiempo, pero no están Vds. dispuestos a hacerlo, porque los beneficiarios de estos gastos innecesarios son Vds. mismos, directa o indirectamente. ¿Y tienen la osadía de quitarle el pan a los ciudadanos más necesitados, para seguir Vds. con sus privilegios?.-Esto no tiene nombre. Nos están falseando la esencia de la verdadera democracia, al quitarle al pueblo el pan y la sal.

   Todos tenemos que apretarnos el cinturón, menos los vivos, que cuando vieron venir la que nos ha llegado, se pasaron al uso de los tirantes, subiéndose los sueldos de una forma escandalosa, para después hacer el paripé de bajárselos una insignificancia y tratar de quedar bien ante el pueblo, con una treta engañosa. Donde deben meter la tijera y cortar por lo sano, ahí nada de nada. A los pobres parados, que se van a quedar sin la única ayuda que tenían, su cinturón estaba ya en el último agujero, ya no se lo podían apretar más, y ahora con esta rapiña, los van a dejar hasta sin cinturón.

Es hora de que exijamos un gasto racionalizado de nuestros impuestos, y que no queden a la veleidad de unos gobernantes, que con sus despilfarros, sus privilegios, sus dobles sueldos, sus leyes creadas por ellos y para ellos, nos están llevando a la ruina y al abandono de una parte importante de nuestros conciudadanos.