Cuando la ignorancia y el radicalismo se dan la mano se produce un cóctel difícil de pronosticar sus resultados. Esta corriente de cambiar el lenguaje, no para perfeccionarlo, actualizarlo o enriquecerlo, sino para destruirlo, usándolo como arma en esta lucha de ideologías políticas, da a entender a las claras la falta de sensatez de los maltratadores lingüísticos.
La palabra portavoz, es una palabra compuesta del verbo portar, llevar, y del sustantivo voz. Según estos progres del lenguaje, tenemos que cambiar el sustantivo voz por voza. Ya una soprano no tendrá una aguda y bonita voz, sino una aguda y bonita voza...
La palabra portavoz, la define el diccionario, como la persona,( no dice ni hombre ni mujer), autorizada para hablar en nombre de un colectivo.
Este afán de ir en contra de todo, de desestabilizar la vida vida ciudadana, no hace excepción ni con la bellísima lengua de Cervantes.
jueves, 8 de febrero de 2018
Suscribirse a:
Entradas (Atom)