Han levantado su vuelo,
buscando zonas más cálidas,
las tórtolas, que a diario,
visitaban nuestra casa.
Se posaban en el césped,
buscando el baño de agua,
que sobre el muro pequeño
mi esposa les preparaba.
Con pasos de señoritas,
se acercaban a la jaula,
con los canarios comían
alpiste, por la mañana.
Antes de que el ciclón llegue
y el viento arrase las palmas,
emprendieron su viaje
buscando tierras de Africa.
Este año con las prisas,
para evitar la borrasca,
no le dijeron adiós
ni a sus canarios del alma.
Ya no oímos sus arrullos,
en el naranjo posadas,
ni sus cantos mañaneros
anunciadores del alba.
Ya se han marchado las tórtolas,
las tórtolas de mi casa,
¿Volverán cuando comience
la primavera encantada?
Seguro que volverán,
aunque alguna, equivocada,
puede que siga la ruta
que no le devuelva a casa.
domingo, 12 de diciembre de 2010
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