Desde que comenzó la crisis, los sindicatos bien abastecidos por su patrón Zapatero, no han movido un dedo para tratar de contribuir a paliar de alguna manera este inmenso problema, recibían sus buenas subvenciones y a vivir liberados del trabajo. Qué vida más idílica...
Cuando esta situación se veía venir y se daban las primeras voces de alerta, todos recordamos al Sr. Pizarro tratando de convencer al Sr. Solbes de lo que se nos venía encima, y que tomaran medidas y evitaran el despilfarro y los gastos inútiles, se le tildaba de catastrofista y mal patriota. Los sindicatos callados como muertos, no queriendo admitir lo que ya estaba en el ambiente.
Ante la pasividad y la poca cooperación activa y eficaz, para lavar su cara ante la opinión pública, quieren convocar una huelga general. Una huelga no soluciona nada, es una medida anticuada y totalmente eneficaz, por lo que espero que el pueblo no se deje engañar y no haga caso a los sindicatos, que solamente usan este recurso para justificarse.
Que se pongan a trabajar y buscar soluciones, que contribuyan con parte de sus fondos, como los funcionarios y pensionistas, a salir de este pozo, que también ellos contribuyeron a crear, con su silencio y su pasividad. Aquí hay que arrimar el hombro " todos".
lunes, 7 de junio de 2010
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