sábado, 19 de marzo de 2011

¿Todos servimos para todo?.-P-

Hay instituciones que funcionan mal y seguirán funcionando, aunque se gaste en ellas todo el dinero del mundo. Para obtener unos servicios de calidad, el dinero es sólo un factor, es verdad que importante, porque con él se pueden tener una serie de medios que son muy útiles y a veces necesarios.

Un factor determinante en la buena marcha de un centro o de una institución es la acertada distribución de los puestos de trabajo entre el personal disponible. Colocar a cada uno en el sitio más idóneo, según su preparación y cualidades. Esto tiene que ser una labor de los dirigentes, pero no, hoy asistimos, sobre todo en la función pública, a una forma irracional de dotar a los distintos puestos, sin atender para nada a la eficiencia y eficacia, se hace una labor de relleno y nada más.

Antiguamente, en un centro escolar, cuando se distribuian las clases que tenían que impartir cada uno de los maestros y profesores, los dirigentes del centro estudiaban los grupos de alumnos y trataban de asignarle a cada grupo el maestro más idóneo. Si había un grupo más conflictivo e indiciplinado se le encargaba a un maestro con experiencia, prestigio y que dominara la disciplina de los chicos, sin necesidad de tomar medidas extraordinarias, que siempre es desagradable su uso, y la cosa marchaba bien. Hoy, los grupos difíciles se le dejan al último que  llega, y claro, la clase no funciona.

Los funcionarios que atienden directamente al ciudadano, dan la imagen de la administración pública, y es muy importante que ésta sea buena o al menos correcta. Siempre se debe poner a personas agradables, serviciales y bien educadas para tratar con el público. A veces te encuentras con cada incordio.....  Aún en el caso de que la gestión no se pueda realizar o haya que posponerla, el ciudadano debe irse con la sensación de que ha sido tratado con cordialidad, amabilidad y respeto.

 La esencia de la democracia es convencernos todos, de que el pueblo es el auténtico soberano y como tal debe ser tratado.