martes, 21 de junio de 2011

Islandia vela por su democracia.

"El ex primer ministro conservador islandés Geeir H. Haarde afrontará desde hoy un juicio en el que está acusado de negligencia grave durante su mandato, en el que se produjo el colapso bancario de su país en octubre de 2008.

El encargado de estudiar el caso será el Landsdómur, un tribunal especial creado para procesos que afecten a miembros del gobierno y que nunca había actuado en los casi 67 años de independencia de esta isla situada en el Atlántico norte.
La imputación de Haarde, de 60 años, fue posible porque el Althingi (Parlamento islandés) así lo decidió en septiembre pasado por 33 votos a favor y 30 en contra, siguiendo el consejo del informe realizado anteriormente por la comisión investigadora creada para determinar las responsabilidades en la crisis."

Cuando ves cómo funcionan las cosas en algunos paises y los comparamos con el nuestro, no tenemos más remedio que concluir: cuánto nos queda por aprender para que nuestra democracia sea adulta, tenemos una democracia infantil, no ha madurado, el pueblo se deja avasallar por unos  mandamases que, en muchos de los casos, han tergiversado la voluntad de los votantes para hacerse con el poder, y que lo detectan a su antojo, sin que haya una ley que les pida responsabilidad de su gestión, como si se tratara del más radical absolutismo. Solamente tenemos una democracia de cáscara, en el interior es una auténtica dictadura.

La imputación del exprimer ministro Haarde por haber gestionado mal la crisis, debería ser un toque de atención para todos los demócratas de nuestro país, que les despertara del letargo de su cómodo conformismo. Pero claro, para eso hay que tener una conciencia de pueblo, de nación, cosa de la que carecemos y que los políticos tratan contínuamente de que perdamos los últimos resquicios que nos quedan, así se sienten más cómodos a la hora de mal gobernar, sin oposición por parte del pueblo.

El pueblo de Islandia ha velado por su democracia y ha quitado a unos políticos ineptos. El mayor enemigo de las democracias son los malos políticos, en nuestra historia, desgraciadamente, tenemos ejemplos de ello.
La guerra de 36, posiblemente se hubiera evitado si los gobernantes y políticos hubieran estado a la altura que las circunstancias exigían de ellos, pero no, fueron ellos los que prepararon el terreno para lo que vino después y que todos tuvimos que lamentar, porque una guerra es mala para todos y esto hay que decirlo claramente, sin tapujos, aunque haya quienes no quieran admitir la realidad de la historia.

El pueblo islandés ha recobrado su soberanía, soberanía que nosotros tenemos secuestrada por la clase política, simplemente un voto es una caricatura de la democracia. Tenemos que exigir nuevas estructuras y formas de gobernar, el pueblo tiene que tener más protagonismo en los grandes temas de la nación, no se pueden dejar al albedrío de una sola persona. La tapadera del congreso, es eso, una tapadera. El gobernante de turno impone a su partido el sentido del voto y en realidad lo que tenemos es una "dictocracia". El pueblo tenemos que recobrar el papel que nos corresponde que no es el de depositar, cada cuatro años, una papeleta en una urna, sino decidir en los grandes temas que nos afectan como pueblo.