A poco ha estado el P.S.O.E. de repetir la experiencia de elegir un secretario general de incierto futuro, pero al final no ha caído en la tentación de hacer nuevos ensayos en un cargo tan trascendental para el partido y para España, y se ha decantado por la seguridad, gato escaldado del agua fría huye.
A los dos candidatos les falta ese carisma de líder que es necesario para arrastrar a las masas, no son los candidatos que se necesitan hoy día, pero eso es lo que hay. Rubalcaba no es un hombre que entusiasme, que arrastre .Si tuviera que asignarle un color, creo que el que mejor le cuadra es el gris, siempre en la sombra, dando la impresión que no sabes por qué senda camina. Es un hombre sin extremismos, maduro, sensato, inteligente, y sobre todo, le avala una gran experiencia, no en vano ha ocupado puestos de responsabilidad desde los mandatos de Felipe González, pero no hay que olvidar tampoco que ha formado parte de los que nos han llevado a la bancarrota y al paro , y esto el pueblo no lo olvida fácilmente. Por otra parte, ya está un poco pasadillo, desgastado, creo que le falta brío y entusiasmo para empreder la ardua tarea que le espera, porque si Rajoy se ha encontrado con una labor difícil, a nivel nacional, él no se ha encontrado con un panorama más alagüeño, a nivel de partido. Desde que lo conocí, por los medios de comunicación, hace ya muchos años, me pareció un personaje que le daba un cierto aire a Rasputín, esas formas intrigantes, ese decir y no querer decir, el estar en todo y no aparentarlo, ya digo, lo encontré y sigo encontrándole un parecido con el célebre personaje ruso.
Tiene también el mérito de haberse presentado a unas elecciones que, de antemano, sabía que iba a perder por goleada, y eso nunca es agradable para nadie. Aunque yo siempre pensé que esto era solamente un trampolín, una maniobra para hacerse con la secretaría general del partido, como así ha sucedido. Los votantes, despues de lo vivido y dado el estado actual del partido, que a ningún atento observador se le escapa, prefieren seguridad, sensatez, y no nuevas aventuras.
Carme Chacón es una incógnita, un poco exaltada, sin el lastre de la madurez, pero también sin el peso que ésta proporciona. También carece de esa simpatía necesaria a un líder, es mas bien secona y poco entrañable. Pertenece a una sección del partido que va un mucho por libre, que antepone sus intereses de grupo a los del propio partido, y esto suscita muchos recelos en el electorado. Por otra parte es la "delfina" de Zapatero y esto en lugar de favorecerle, le perjudica. El partido quiere pasar página, cuanto antes, de todo lo que huela a ZP.Los jóvenes siempre son más lanzados, pero los ensayos hay que hacerlos con tubos de ensayo, no con un gran partido y dejarlo hecho unos zorros, y mucho menos con la sociedad; hay otros campos restringidos para estos experimentos, porque si salen mal, el daño que se hace es enorme.
Hay una cosa que no llego a entender.¿Cómo se cesa a un secretario general cuya gestión ha sido aprobada por una grandísima mayoría? Esto es una incongruencia, da la sensación de que estos señores, al votar, han mirado para otra parte o han sido dominados por un ataque de amnesia, porque no creo que el premio de consolación, que se concede a todo cesante, haya tenido más fuerza que el sentido de la verdad. Pero bueno, a estas cosas, por desgracia, nos tienen acostumbrados nuestros políticos, para ellos la verdad es una entelequia.
lunes, 6 de febrero de 2012
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