domingo, 4 de diciembre de 2011

Vivir para ver

"Tienen entre 76 y 92 años y llevan años jugando entre 10 y 20 céntimos al bingo y a las cartas en una peña de Sagunto para pasar el rato por las tardes. Ahora han tenido que romper con esta tradición porque se enfrentan a una posible multa de hasta 600.000 euros por apostar dinero fuera de un local autorizado."

Me siento asfisiado por tanta ley y tanta norma que los políticos nos ponen contínuamente, coartando nuestra libertad, dudo mucho que esto que nos han montado sea una democracia y no una "politocracia".Es lamentable la noticia con la que encabezo este escrito. La sensibilidad y el sentido común son dos aves que hace tiempo volaron de la mente de nuestros políticos. ¿Se puede ser más rácanos, tacaños, insensibles y cicateros con unos ancianos que pasan su tiempo jugando y haciendo unas apuestas irrisorias, sin ánimo de lucro ni cuantía sustancial, y simplemente por darle un poco más de aliciente a su pasatiempo? Yo espero que ningún juez tenga tan poco críterio como para condenar a este club de jubilados por esta insignificancia, sobre todo cuando asistemos impertérritos a tanto derroche y despilfarro del dinero de los contribuyentes.

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El presidente boliviano, Evo Morales, recomendó a los jóvenes que dejan a sus novias embarazadas que se refugien en los cuarteles militares, de los que saldrán como soldados intocables.
"Inclusive ustedes saben, generales, almirantes, oficiales, cuando un jovenzuelo embaraza a su compañera, es preferible escapar al cuartel y cuando sale del cuartel, es intocable ese soldado", afirmó el mandatario. "Eso pasa porque las Fuerzas Armadas es imagen de servicio a la patria", aseguró Morales en un discurso en la Academia de Historia Militar.

Cuando nos encontramos con personajes de esta calaña, gobernando un pueblo, nos preguntamos : ¿Lo ha elegido el pueblo, a obscuras, por la noche o cómo se justifica que un individuo de esta moralidad pueda gobernar una nación. En lugar de exigir responsabilidad y colaboración hace todo lo contrario, induce a la irresponsabilidad y a eludir las obligaciones que emanan de las acciones del ciudadano y que dañan gravemente a terceros. Vaya espejo para el pueblo....