martes, 23 de agosto de 2016

Decepción

Los que ya contamos los años por decenas, y nos tocó vivir gran parte de nuestra vida en tiempos de Franco, sentíamos una sana envidia cuando oíamos hablar de las democracias europeas, sobre todo de sus libertades. Cuando por fin se instauró la democracia en España, hubo una explosión de optimismo, de satisfacción por el acontecimiento largamente esperado, creíamos que gran parte de nuestros problemas se resolverían, con el nuevo régimen. Pero hoy, nos sentimos decepcionados, no por la democracia en sí, sino por aquellos que la manejan en provecho propio, que desoyen al pueblo y montan una dictadura de egolatría, prostituyendo los principios más básicos en los que se fundamenta el régimen democrático. Estos señores que se niegan a admitir el resultado de las urnas, deberían tomar el petate y largarse a su casa, no son dignos de ocupar ni la más humilde concejalía, que es por donde deberían haber empezado.