- Cuando descubras que la alegría y el bienestar de los demás se contagia, desearás que todos sean felices.
- La muerte es una mala lotería que te puede tocar sin comprar boleto.
- Decir que un hecho es milagroso porque no se puede explicar con los conocimientos que tenemos hoy, es una simpleza.
- La sensatez y el sentido común no lo dan ni cincuenta carreras que se hagan.
- Las dictaduras siempre han tenido detrás o el ejército o el pueblo fanatizado, y a veces los dos.
- Los partidos políticos tienen dos caras: la de los listos, que medran y viven de ellos, y la de los tontos que les sirven de pedestal.
- El silencio es una moneda con la que se pueden comprar muchas cosas.
- No siempre el que calla otorga, sino que, a veces, con el silencio se consigue más que con la palabra.
- Hay mil maneras de vivir la vida, el más feliz es el que acierta con la mejor.
- Hemos de cambiar el concepto de sabiduría que hemos heredado, el sabio no es el que aprende muchas cosas, sino el que aprende una sola: ser feliz.
- Con las guerras el pueblo no gana nada, lo pierde todo, el que gana es el triunfador.
- No midas la felicidad del vecino con la tuya propia, pues cada uno tiene su vara de medir en esta materia.
- La sabiduría y la malicia forman un matrimonio muy mal avenido.
- La mentira es el argumento de los que carecen de ellos.
- Las autonomías se hicieron de espaldas al pueblo, nunca se sometieron a votación, fue una imposición de los políticos.
- "El café para todos" nos está saliendo muy caro, pero que muy caro.
- Cuando se duda de la fuerza de nuestras palabras, buscamos una cita de un personaje conocido.
- La palabra quiere ser siempre portadora de la verdad, se entristece cuando le obligan a ser portadora de la mentira.
- El lenguaje se inventó para comunicarnos y entendernos y no para guerrear e insultar.
- Una dictadura se diferencia de una mala democracia, en que en la dictadura hay un solo dueño, y en la mala democracia hay muchos.
lunes, 17 de julio de 2017
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