Qué vida tan artificial vivimos,
la urbe tradicional no es nuestra casa,
los bloques, los coches y los tranvías,
cosas que nos agobian y nos cansan.
Y vivimos entre cuatro paredes,
trabajando pasamos nuestra vida,
no hacemos lo que nos gusta y apetece,
no somos libres, aunque nos lo digan.
Sacados de nuestro ambiente natural
y encerrados en jaulas de ladrillos,
anhelamos volver a encontrarnos
de nuevo, con nuestro entorno nativo
Cuando llegan los fines de semana
presurosos corremos al volante
y buscamos el mar o la montaña
sin perder de este tiempo ni un instante.
Es que la naturaleza nos atrae
con más fuerza que el imán atrae al hierro,
porque somos parte viviente de ella
que la heredamos de nuestros ancestros.
Los montes, los animales, los ríos,
la vegetación, la tierra, los árboles,
las nubes, los arroyos y los vientos
son nuestros compañeros naturales.
Respiramos gases tóxicos nocivos
lunes, 10 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)