viernes, 29 de mayo de 2009

Los gladiadores del S.XXI.-P-

A pesar del tiempo transcurrido , de la cultura adquirida, de la ética avanzada, seguimos anidando en nuestra mente y en nuestros deseos, los mismos primitivos sentimientos que tenían los hombres hace siglos, de avallasamiento a nuestros semejantes, para deleitarnos en la contemplación de nuestro "ego" triunfador.

Los romanos tenían a los gladiadores que peleaban hasta el agotamiento para dar un espectáculo de sangre y muerte. Durante su vida eran agasajados con dádivas generosas que los enriquecían para compensarlos de su sacrificado oficio. Aquel que lograba sobrevivir, venciendo a sus contrincantes, era vitoreado y considerado como un héroe.

En la vida moderna también tenemos nuestros gladiadores, solamente que les llamamos deportistas de èlite. Los mimamos, los tratamos y los pagamos espléndidamente, sobre todo en algunos deportes más polulares, les exigimos marcas y esfuerzos sobre humanos, para que ganen las competiciones y nos llenen de orgullo y complacencia, al ver que lo nuestro se ha impuesto a los demás y somos superiores a ellos.

Las grandes masas, no se satisfacen con el espectáculo, éste, para ellos, pasa a un segundo nivel, lo más importante y por encima de todo está el ganar, sea como sea, el sentirse triunfador, complaciendo ese instinto primitivo de avasallar a los demás.

El deporte moderado es bueno y saludable, y el practicarlo beneficia al organismo y a la mente, pero el deporte de élite, de competición, donde se somete al deportista a esfuerzos físicos y mentales extremos, insanos, sobre humanos, es una explotación de la persona y un abuso de sus condiciones físicas, que muchas veces, termina con lesiones e incluso con la muerte del deportista.

No podemos usar a las pesonas como juguetes para nuestra diversión y autocomplacencia . No podemos condenar a niños, adolescentes y jóvenes a que vivan una vida inhumana de entrenamiento de ocho o diez horas diarias, sacándolos de sus familias y no permitiendo que realicen su vida como cualquier otro niño o joven de su entorno.