Los medios de comunicación tienen que llenar sus páginas todos los días y echan mano de lo que tienen para sacar sus periódicos o emplear el tiempo en la radio o televisión. A veces hay pocas noticias de interés y hay quien las pocas que tiene las maquillas o deforma para que parezcan más interesantes al lector o a la audiencia.
En el libro que acaba de publicar el Papa, titulado: La infancia de Jesús, dice que en los evangelios no se cita que en el portal de Belén hubiera ni mula ni buey, y es verdad, esto siempre lo hemos sabido, por lo que no entiendo por qué se toma como una cosa nueva y se vende por una noticia. Pero habría que aclarar que evangelios hubo muchos, pero que la iglesia admitió solamente cuatro, los que conocemos hoy.
El origen del belén, como una forma de rememorar la navidad y celebrarla, data del tiempo de San Francisco de Asís, y es simplemente una forma popular de conmemorar estas fechas, sin más importancia ni tampoco hay que hacerle mucho caso a los personajes, ya que cada uno celebra estos acontecimientos de una manera sencilla y echando mano a aquellas cosas de que dispone.
Que los evangelios no digan nada de la presencia de la mula y el buey en el portal, es una cosa que no impide que cada uno ponga en él lo que le parezca. San Francisco tuvo la idea de ponerlos, por la similitud ambiental de que las cuevas solían usarse como establos.
No hay por qué quitar esta pareja de animales de la cueva de Belén, pero tampoco hay que ponerlos, por encima de todo. El papa ha recordado una cosa archisabida y no por eso se ha de cambiar una tradición o costumbre. Así que cada uno haga lo que quiera con su belén y punto.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
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