Hace tiempo que rompí las ligaduras
que ataban mis sentimientos
al interior de mi alma,
donde dormían los tiempos.
Estaban solos, ocultos,
cual vencidos prisioneros,
que en las sombras se debaten
sin esperanza y consuelo.
Condenados, a callar, por
costumbres de otros tiempos,
por pudores timoratos
que reinaban en los pueblos.
Y aunque expresar yo no pueda,
con claridad, lo que siento,
porque mis torpes palabras
no salgan de mis adentros,
trataré de descifrar
con palabras y con gestos
lo que está escrito en mi alma
y que expresar yo no puedo.
Es mucho más hondo el pozo
que el cordel que yo poseo,
recubierto de palabras,
y al agua yo nunca llego.
Por eso muchos sentires
hace tiempo que murieron,
porque ya no están presentes,
sólo queda su recuerdo.
viernes, 1 de marzo de 2013
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