Cuando me cansa esta vida,
cuando todo lo veo negro,
cuando las fotos que miro
no tienen un buen recuerdo,
corto los hilos que unen
este mundo a mi cerebro,
y me enroco silencioso
dentro de mi mundo nuevo.
Camino, sin ataduras,
por senderos verdinegros,
y los pinto de colores
para que luzcan más bellos.
Dejo que corran tranquilos,
sin obstáculos ni miedos,
sin que nadie contradiga
mis espontáneos deseos.
Y miro con otros ojos
los sentimientos ajenos,
la comprensión se derrama
como bálsamo del cielo.
Robo la tranquilidad
al bosque de los abetos,
y tiño de verde claro
el renacer de mis sueños.
Los tilos me ven pasar
por las alfombras del suelo,
hollando sus secas hojas,
trenzadas con heno seco.
Nadie se opone a mi paso
ni contradice mi juego
de libar de cada flor
el polen que llevan dentro.
Es otro mundo, otra vida,
la vida de mis deseos,
la paz serena mi alma
colmando mis sentimientos.
.
sábado, 12 de mayo de 2012
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