Con otra sinrazón más nos hemos levantado hoy, perpetrada por el ínclito presidente que mal gobierna España. ¿Cómo se puede cambiar de directrices, con tanta ligereza, en casos tan importantes como la deuda de las comunidades autónomas? Ayer era buena la contención del gasto, porque las deudas sobrepasan con creces lo prudencial y lo posible, y hoy ya no. Esta falta de seriedad y de firmeza en defender los intereses de la nación parece más propia de algún agente enemigo que del rector de la cosa pública.
El señor Artus Mas se ha encontrado la hacienda autonómica de la misma manera que están las demás, en banca rota, porque sus predecesores se dedicaron a gastar sin freno y sin tino. Las vacas gordas no iban a terminar nunca, y las flacas no iban a tener energía para suplantarlas. A gastar, que la vida es corta, y más cortos los años que vamos a estar en el poder, hay que aprovecharlos.
Una comunidad autónoma como Cataluña, de las más ricas de España, si no la más, que debería ser la locomotora que tirara del tren de la economía nacional, resulta que se ha convertido en un lastre pesado para las demás, porque en lugar de tener pilotos de primera ha tenido incompetentes aprovechados que han estrellado el tren económico, reduciendolo a un montón de chatarra.
El Sr. Zapatero cambia de estrategia económica de la noche a la mañana, sabiendo que lo que hace no es bueno para el país, y le concede al Sr. Mas la facultad de poder endeudarse más aún. Esto no tiene nombre. El resto de presidentes autonómicos se rebelan , con toda la razón, y piden igual trato para sus autonomías, terminando todos por conseguirlo y hundir más la economía española. Esto señores es gobernar!!!.....
Pero claro, en política no se da nada gratis, no existe esta forma de relacionarse, en la mala política reina la ley del intercambio, te cambio esto por aquello. Los nacionalistas, en general, y los catalanes en particular, a pesar de tener una idología de centro derecha como el PP, no comulgan con él, porque saben que es más duro de pelar a la hora de chantajearlo y conseguir nuevas competencias del Estado. Esto lo sabe Zapatero, y quiere tenerlos propicios para conseguir su apoyo, hoy, y en el futuro. El precio no se tiene en cuenta.
miércoles, 9 de febrero de 2011
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