lunes, 29 de octubre de 2012

Al perro que nunca tuve

Algo le falta a mi vida
para tenerla completa,
para que sea divertida,
feliz, alegre y contenta.

No me falta tener hijos,
ni árbol sembrado en tierra,
ni escribir un manual
para mandarlo a la imprenta.

Y a pesar de todo eso,
como dicen los poetas,
los bohemios solitarios,
mi vida no está completa.

Tengo un vacío, que no llenan
las personas que me cercan,
porque cuando llego a casa
no me reciben con fiestas.

Y es que me falta un perrito,
un amigo con nobleza,
que cuando llegue a mi hogar
se desviva en mi presencia.

Un perrito cariñoso,
que me obedezca y atienda,
que me haga los recados
y me vigile la hacienda.

Que sea un perro cazador,
que con sólo su presencia
me libere de roedores
y haga guardia en la puerta.

Que me saque a pasear
si es que aburrido me encuentra,
y me guíe por la ciudad
hasta que a mi casa vuelva.

Un amigo que no olvida,
que de mi siempre se acuerda,
que si me marcho al trabajo
llorando el pobre se queda.

Un fiel amigo que siempre
a mi lado él se acuesta
y cuando siente el peligro
con prontitud se despierta.

¿Quién me regala un perrito?,
un perro que no lo quieran,
que sea listo como un lince
y cariñoso de veras.