Ha sido sintomático el movimiento de liberación de los pueblos del norte de Africa, coincidiendo en un espacio muy corto de tiempo. No sabemos, al día de hoy, quien está moviendo los hilos de este enorme telar norteafricano, pero el hecho en sí es muy prometedor y esperamos que llegue a buen fin, y el pueblo tome el protagonismo que le corresponde liberándose de los regímenes dictatoriales. Sea como fuere, internet y sus derivaciones no han sido ajenos a este fenómeno.
No se puede tolerar que un indivíduo se proclame dueño y señor de una nación y haga lo que quiera sin estar sometido a ley alguna, disponiendo de todos los bienes que deberían estar al servicio del pueblo para cubrir sus necesidades. Mucho han tardado estos pueblos en reivindicar lo que es suyo y le pertenece. Que nadie nos venga con teorías peregrinas sobre el origen de la autoridad, para apoderarse impunemente de ella y colocarse por encima del bien y del mal. La autoridad radica en el pueblo y se la cocede a quien quiere, para que revierta en servicio del mismo.
Estos regímenes suelen mantenerse gracias a que se crean un ejército afín al dictador, con el que reprimir cualquier atisbo de protestas y manifestaciones. Parece ser que en estos pueblos, el ejército también estaba cansado de tantos años de dictadura y no han seguido las directrices del dictador, que no son otras que la masacre del pueblo.
Por otra parte al pueblo sencillo se le fanatiza con la religión, prometiéndole un paíso lleno de todos los bienes y goces que puedan desear, pero esto para la otra vida, en ésta sigue viviendo en la pobreza, cuando no en la misería. Qué forma de fanatizar y engañar a los ignorantes, que incluso son capaces de sacrificar su propia vida en aras de los intereses de los que los fanatizan. No cabe mayor ruindad, que sacrificar a jóvenes inexpertos para conseguir los fines que se proponen.
Esperamos, que aunque lentamente, los pueblos se vayan liberando de los dictadores que les oprimen y vayan consiguiendo la libertad, que como seres humanos le pertenece.
martes, 1 de marzo de 2011
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