Ya me causa hilaridad, cuando oigo a los políticos haciendo afirmaciones, que el día anterior negaban, y ahora quieren hacernos creer a los ciudadanos que no tenemos memoria o que nuestro nivel de entendimiento es tan bajo como su poder de persuasión. Un político se despretigia ante la ciudadanía con esta clase de comportamientos, induciendo al ciudadano a crearse una opinión de falta de seriedad y fundamento. Hoy día, entre las palabras y las acciones, los políticos se han ganado a pulso una bajísima estima, entre los ciudadanos. Hechos claros y diáfanos, que todo el mundo entiende, sale el político de turno dando una versión, que al buen observador le parece que se trata de un hecho diferente al acontecido.
Otro de los grandes defectos, en los que incurren nuestros políticos, es la falta de defensa de la totalidad de España, se comportan con un egoísmo parodista y regionalista impropios de un parlamento nacional. Esto es un pésimo ejemplo para el ciudadano, la solidaridad brilla por su ausencia, y el reparto equitativo de la riqueza nacional es una entelequia para muchos de nuestros políticos, y esto, si no llegan a defender y practicar en sus reinos de taifas el veto a otros derechos que no sean de su agrado.
Hoy el pueblo español está preocupado porque los políticos no dan la talla, no toman el toro por los cuernos, no afrontan los problemas nacionales con seriedad y eficacia, van a escapar. Da la impresión de que vivimos en una nave a la deriva y cada uno practica el sálvese quien pueda.
Un país con 5 millones de parados y endeudado hasta los ojos, sigue endeudándose más y más, pero se siguen haciendo gastos innecesarios y que en las actuales circunstancias no se pueden hacer. Aquí parece que la única norma económica que rige es la de "el que venga detrás que arree." Pues yo creo que por mucho que lo arren, el pobre burrito que venga detrás no va a poder con esta carga tan pesada.
miércoles, 13 de octubre de 2010
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