viernes, 5 de abril de 2013

La educación un problema nacional


Por desgracia, todos los problemas no se arreglan con dinero, aunque haya quien piense que sí. Y una prueba fehaciente de lo que digo es la educación, hay otros factores, ninguno determinante, pero sí muy importantes, que influyen directamente sobre esta ardua, difícil y delicada labor.Hoy estos factores parece que están olvidados, y somos tan ilógicos, que pretendemos recoger la cosecha sin haber sembrado la semilla.

La educación tiene un factor social muy importante, diría que ocuparía, en una escala de valores, el primer lugar, y el educando tiene que ser consciente de este gran valor.Nacemos en la sociedad, familia, y vivimos y nos desarrollamos en ella. No podemos olvidar que de la sociedad recibiremos todo aquello que entre todos seamos capaces de construir.

Hoy nos domina una filosofía basada en la exigencia de nuestros derechos, a los demás; y esto no es malo, siempre que no olvidáramos que esto no se puede conseguir sin formar ciudadanos responsables, que primeramente se exijan a sí mismos, y cumplan con sus deberes. Pero esta segunda parte, por el sacrificio y renuncia que implica, la estamos olvidando, de tal manera que estamos formando unas personas oportunistas, sin apreciar en su justo punto los valores humanos. La ética la hemos desterrado de los criterios que deben regir la vida social. La vida política no es un buen ejemplo donde se pueda mirar las generaciones que tratamos de educar.

El problema educativo español está sin resolver, y lo peor del caso es que no se ve ninguna intención de nuestros gobernantes por hacerlo. Hay que darle una buena formación al profesorado y hacer una selección adecuada de los candidatos que aspiran a desarrollar esta labor tan importante, pero, sobre todo, hay que tener una legislación que vele por el bien del ciudadano, por su formación humana. Pero no hay forma de poner de acuerdo a los distintos partidos para que dejen aparte sus ideologías y lleguen a un consenso. No se puede seguir, después de tantos años de democracia, sin intentar resolver este gran problema.