Esto de la tradiciones hay que entenderlo y juzgarlo con inteligencia. No por ser una práctica de nuestros antepasados, nosotros hemos de repetir lo que ellos hacían, aunque sea un auténtico disparate. Los pueblos españoles están llenos de costumbres antiguas, que por no ser buenas, hemos de dejarlas en el olvido.
El día 24 bajé, como todos los días, al Puerto de la Cruz para realizar mi caminata matinal, y al pasar por el muelle me encontré con varios rebaños de cabras cuyos cabreros trataban de meter en el agua, sin mucho éxito, ya que los animales se resistían a entrar en el mar.
El olor contaminante que se había extendido por toda la zona no era nada agradable y sobre todo poquísimo higiénico. Los bares colindantes tuvieron que cerrar porque a nadie le apetecía tomarse una cervecita respirando e inhalando ese aire contaminado.
Esta costumbre estaba olvidada, con muy buen criterio, fue Chucho Dorta quien la recuperó, pero creo que tuvo muy poco acierto. Esta costumbre debe acabar por antihigiénica. No creo que los turistas que nos visitan vean con buenos ojos semejante espectáculo. Hay que ir con los tiempos y no vivir de antiguallas, sobre todo cuando éstas pueden ser perjudiciales.
viernes, 28 de junio de 2013
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