lunes, 21 de marzo de 2011

Descanso entre el segundo y tercer trimestre.-(Semana Santa)

Parece ser que los años anteriores a la lamentable guerra civil española, que entre todos la liaron y ella sola explotó, quedan ya tan lejanos que hay muchos que no se acuerdan, máxime que la lectura de la historia no es práctica común, y si a ello le añadimos que cada uno tiene una versión distinta de los hechos, terminamos por caer de nuevo, en los mismos errores que nos llevaron a ella.

Yo creí que nuestros políticos habían madurado lo suficiente y que abandonarían las guerras y las imposiciones ideológicas, que se limitarían a exponer sus ideas y que los ciudadanos libremente aceptaran aquellas que fueran de su agrado, pero no, hay quien sigue, unas veces solapadamente y otras a plena luz del día, con sus guerritas particulares contra "su enemigo", aunque éste sea un molino de viento.

En el calendario escolar de Castilla la Mancha han suprimido de un plumazo el título vacaciones de semana santa y lo han sustituido por descanso entre el segundo y tercer trimestre. España, como todos los pueblos, tiene sus tradiciones, sus costumbres, muchas de ellas de origen cristiano, y aunque es verdad que los españoles cada vez somos menos practicantes de la religión, esto no indica que aceptemos que una minoría venga a quitarnos nuestras costumbres y a imponernos otras, afines a su ideología.

El pueblo es muy libre de seguir o no con las costumbres heredadas, pero es él el que tiene esta potestad de cambio. Las protestas, ante esta arbitrariedad han venido de todas partes, incluso de aquellos que no tienen relación alguna con lo religioso, sino con lo cívico, y que saben en lo que consiste la democracia. Hay muchos políticos que no saben lo que es ser demócrata, no entienden que hay que respetar la libertad de los demás. Hay quien entiende que la democracia consiste en hacerse con el poder, por medio de unas elecciones, y una vez conseguido, manejarlo a su antojo y convertirse en auténticos dictadores.

Es triste tener que concluir, que, no solamente los líderes políticos no dan la talla que esperan los ciudadanos, ya que suspenden siempre, sino que hay un gran número de políticos que no entienden nada de democracia.