sábado, 3 de septiembre de 2016
Madurez
Una de las características de la juventud es su radicalismo, con el tiempo, la persona va madurando, conociendo nuevos horizontes y atesorando experiencia, y perdiendo ese radicalismo. Las cosas en la madurez, se ven de otra manera, la sensatez crece con los años. No es bueno que presidan los partidos políticos, y tomen decisiones transcendentales para la nación personas, que por su juventud, tienen todavía mucho que aprender. No pueden los novilleros enfrentarse a una corrida de Miura. Para regir los destinos de un país se necesitan a los mejores, personas expertas y bien formadas y no jóvenes sin experiencia.
"Efimeridad"
Oteando desde mi vieja atalaya,
contemplo las montañas de la vida,
cómo el tiempo redondea sus colinas,
aplanando el paisaje y sus murallas.
Sin máquinas de guerra que destruyan
las corrientes, las praderas y la ribas,
cambiando sus vestidos cada día,
renovando sus sandalias y sus sayas.
Pues nada permanece en esta vida,
el tiempo se lo lleva y arrebata,
y lo cambia por nuevas melodías.
Todo cambia, las ciudades y las vías,
porque nadie de esta mutación escapa,
aunque se aferre a su vida cada día.
Politocracia
Este uniforme democrático con que se ha vestido al pueblo español está hecho a la medida y uso de la clase política, los ciudadanos esperábamos otra cosa, ellos se han repartido la tarta del dinero público y disponen de él como se les antoja. ¿ Nos hemos parado a pensar cómo estaría la economía del país si se suprimieran todos los gastos no necesarios? Solamente las estructuras de las comunidades autónomas, que no son necesarias, sino que es un invento político para contentar el ansia de poder de unos pocos, cuesta al erario público muchos miles de millones. Si se suprimiera o redujera el número excesivo de diputados, concejales, senadores, consejeros de diputaciones provinciales, habría dinero para pagar todas las carencias que hoy padecemos. Nos quieren engañar con el caramelo de la democracia, pero ese caramelo está envenenado.Esta democracia, no la democracia de verdad, es solo una tapadera para hacerse con el poder y justificar de alguna manera lo injustificable.
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