jueves, 18 de febrero de 2010

Cristianismo

Han falseado el mensaje
que nos dejó un hombre bueno:
amaros unos a otros
como amaros yo deseo.

Si dos túnicas posees,
y a tu hermano ves en cueros,
cubre su cuerpo con una
y con la otra tu cuerpo.

No guardes riquezas vanas
que necesita el hambriento,
socorre con alegría
al que a ti llega pidiendo.

No gastes en catedrales
ni edificios palaciegos
el dinero de los pobres,
porque esto clama a los cielos.

No guardes odios insanos
que dañan tu pensamiento,
el que perdona a otro hombre
siente el corazón contento.

No hagas daño a los hombres
por muy malos que parezcan,
el mal engendra maldad,
siembra el bien a manos llenas.

Nunca la vida del hombre
ha de servir de moneda
para comprar otras cosas
inferiores, en la Tierra.

Los cristianos son hermanos,
sin pastores que gobiernan,
sin príncipes ni jerarcas
que en baldaquinos se sientan.

Las catedrales y templos
suntuosos y soberbios,
son obras del poderoso
no del reino de los cielos.

Jesús escogió un pesebre
como casa y como lecho,
ahora;¿ quieren corregirle
su decisión, por estrecho?

Vestimentas de oro y seda
para hablar con Dios eterno,
esto son reminiscencias
de señores de otros tiempos.

Estos son los fundamentos
que Jesús nos enseñó,
lo demás son adherencias
que el humano se inventó.