sábado, 30 de abril de 2011

Política

He leido en uno de los periódicos locales del archipiélago una frase de José Miguel Pérez, aunque, con anterioridad, la han pronunciado muchos otros políticos. La frase en cuestión es: "El desprecio a la política es el paso previo a la dictadura".

Sr. Pérez, no confunda Vd. las cosas, ni se arrogue e identifique con lo que no le pertenece. Una cosa es el desprecio, que los ciudadanos sentimos por los malos políticos que nos gobiernan y que nos han llevado a la ruina, con sus derroches y su mal hacer, y otra muy diferente es el desprecio a la política. Ésta no es objeto de desprecio de nadie, la política es buena, útil y necesaria para que los pueblos vivan y se desarrollen.

Las dictaduras en España no las han provocado los ciudadanos con sus críticas a los malos gobernantes, las dictaduras las han llamado a voces los gobiernos y los partidos políticos, con sus luchas, sus dejaciones, su
pasividad ante la barbarie, incluso sus asesinatos. Repasemos la historia, pero no la contada por los interesados, sino los hechos reales.

Y es que parece que se identifican Vds. con la política, no, grave error, los políticos no sois la política, sino sus servidores, aunque muchos cambian los papeles y hacen que la servidora, la sirvienta sea la política y ellos los señores.

Es muy frecuente, en el lenguaje político, para defenderse, personalizar las instituciones como propias, una forma de querer engañar al pueblo llano, porque al otro, al formado no nos engañan.¡ Cuántas veces hemos oído frases como ésta : Eso es atacar a Canarias, al cabildo, al gobierno....! No, no se ataca a otra cosa que a su mal hacer, no quieran escudarse ni buscar subterfugios, es al mal político al que le ataca el pueblo.