Nunca me ha cabido en la cabeza el proceder de aquellas personas o instituciones que hacen las cosas mal, a sabiendas, sobre todo, cuando esta forma de actuar acarrea grandes perjuicios para terceros. En una mente lógica no cabe esta forma de actuar, a no ser que encubra actuaciones poco acordes con la ética.
Estamos celebrando los campeonatos mundiales de fútbol, y los errores arbitrales han perjudicado mucho a varias selecciones nacionales, y esto se puede evitar sencillamente con usar los medios técnicos de que disponemos hoy día. Así lo hacen en otros deportes, tenis, baloncesto... y eso que en estos deportes, un punto más o menos no tiene la trascendencia que en el fútbol, porque sus marcadores son más amplios, y rara vez un punto inclina la balanza a un lado o a otro. En el fútbol un solo gol, en muchísimas ocasiones, hace ganar o perder un partido, por lo que las consecuencias de un error son mucho más graves.
Los señores de la FIFA siguen sin dar su brazo a torcer, empeñados en admitir, como algo consustancial con el reglamento de fútbol, los errores arbitrales. Y esto no es así. Yo me pregunto:¿ A qué viene tal empecinamiento en el error, con lo que perjudica a veces?.-No hay razón de peso que justifique este comportamiento. Y ante la falta de razones lógicas, cada uno puede pensar, y de hecho lo piensa, que esto del fútbol no es oro limpio, que de esta forma quedan las puertas abiertas para influir en los resultados, induciendo a los árbitros a favorecer a uno o a otro, según convenga a los dirigentes de la FIFA.
Qué manifestaciones más cínicas e hipócritas las del Sr.Blatter, al pedir perdón a las selecciones de Inglaterra y Chile, por los errores arbitrales. Sr Blatter, una persona pide perdón, por aquello que no puede evitar, pero estando en su mano el evitarlo y no quererlo hacer, la petición de perdón se convierte en un sarcasmo intolerable y ofensivo.
martes, 29 de junio de 2010
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