Hay que tener las ideas muy claras de lo que queremos de nuestros políticos, a la hora de votar. No debemos de votar a un grupo de "dictadores" que una vez tienen el poder, hacen lo que les interesa a ellos, no al pueblo. Debemos votar a personas que se sientan administradores de la cosa pública, no dueños, y que lo demuestren con su proceder. El administrador no impone un ideario, no marca sendas ideológicas, no toma determinaciones a espaldas de los intereses de los administrados, su papel es el de velar por el bien público y administrarlo de la forma más eficiente. Cuando toma determinaciones que van a implicar gravemente a los ciudadanos, debe consultarlos. El que tiene el poder de decidir es el pueblo, ya que es a él a quien atañe las decisiones tomadas.
Debe sopesar muy bien las inversiones a realizar, comenzando por las más necesarias, y sobre todo hacer que desaparezca el dicho:"un duro público rinde como tres pesetas". El dinero es de los contribuyentes, los políticos son meros administradores, pero esto parece que no lo han entendido y se comportan como dueños y señores, disponiendo de unos bienes que no son suyos.
¿Qué criterios tenemos a la hora de votar? Yo sinceramente creo que, aún respetando el derecho que cada uno tiene para votar a quien quiera, hay que tener las ideas claras para hacer en cada momento, aquello que es más conveniente para el bien común.
El voto "cautivo" no es útil ni beneficioso. Los componentes de un partido y sus simpatizantes, que invariablemente tienen un voto fijo, inamovible, contribuyen poco a la búsqueda del gobernante más idóneo. No son capaces de hacer una crítica sobre su proceder y darse cuenta que su voto nace, muchas veces ,de criterios que no tienen nada que ver con la búsqueda de unos buenos gobernantes . Su postura obedece, con frecuencia ,a criterios heredados de sus padres, de resentimientos, de venganzas por ofensas recibidas, de considerarse pertenecientes a una clase civil representada por una determinada tendencia política. Grave error.
Un pueblo, cada vez más culto, no puede dejarse manejar por un pequeño grupo de políticos. Antiguamente, cuando la mayoría del pueblo era casi analfabeto, incapaz de tener ideas propias ,por su nula formación, por estas carencias, el pueblo se dejaba llevar por lo que le decían los políticos y votaban siempre a los mismos , sin analizar su idoneidad para gobernar. Hoy la cultura ha llegado a todos los que quieren acceder a ella y por tanto, los ciudadanos están capacitados para votar sin ser inducidos por otros, sino por razones de idoneidad y eficacia.
Ellos quieren tener su grupo de incondicionales para manejarlo. Estas particiones que hacen de la sociedad,derechas, izquierdas, centro ...no caben en una sociedad evolucionada, culta y libre. Me resisto a pertenecer a ningún grupo dirigido, mi personalidad me la creo yo y mis decisiones las tomo yo , tras un proceso de reflexión y un análisis de la realidad.
Los políticos y sus allegados, que viven o se benefician si están en el poder, es muy humano que se aferren a un voto fijo, ya que primordialmente piensan en ellos, pero la mayoría de los votantes que, no entramos en este grupo de personas, solamente nos beneficiaremos si ponemos gobernantes eficaces, honrados, trabajadores e inteligentes, los demás criterios no nos sirven. Por lo tanto nuestro voto ha de ser totalmente libre. Según las circunstancias, unas veces votaremos a unos y otras veces a otros, según convenga para los intereses de los ciudadanos.
Mientras más votos "libres" haya en una democracia, más madura, inteligente y eficaz será ésta
Las elecciones las ganan los votos libres, que pasan de un partido a otro según las necesidades de cada ocasión. Liberemos nuestro voto y será más útil.
viernes, 24 de abril de 2009
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