Cada día que leo los periódicos , iba a decir, me sorprendo por las noticias que nos deparan los políticos , pero no , ya no me sorprende nada . Hay una campaña de caza de brujas , que debe ser el hazmerreir de toda persona que reflexione y juzgue las cosas con objetividad y sobre todo de los políticos europeos que se deben estar riendo ,y así me consta, a mandibula batiente, de ver cómo malgastan sus colegas españoles el tiempo con el regalito del bolso y el traje.
En mis muchos años de docencia , me tocó impartir enseñanza, durante un año, en el Grao de Valencia. Cuando llegaron las navidades , el día que comenzábamos las vacaciones , veo que todos los alumnos vienen a clase con un regalo para su maestro , a la verdad que me sorprendió y se lo agradecí mucho , no por la valía del regalo , sino por su atención. El regalo , en su genuino sentido , siempre es una manifestación de afecto y reconocimiento, y esto es lo que verdaderamente se aprecia. El regalo es una manifestación humana que se pierde en los tiempos.
Yo creo que no hay que mirar tanto los regalos que los políticos puedan recibir , sino qué dan a cambio, a no ser que los regalos vengan directamente de las arcas del estado , como se han dado casos en esta democracia que vivimos. Ahora tenemos casos muy recientes , a cambio de votos te concedo esto y aquello y todo lo que me pidas , y no de mi dinero , sino del dinero del contribuyente. Esto sí que es grave , y sin embargo nadie lo lleva a los tribunales.
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