Qué bonitas son las plantas
que moran en mi jardín,
me acompañan todo el día,
su aroma no tiene fin.
Pinceles multicolores
se deslizan por su suelo,
y cuadros maravillosos
se recrean, sin usar lienzo.
Verdes alfombras tapizan
los pasos de los naranjos,
y con fuegos apagados
alimentamos los cactos.
Los rosales me saludan
porque son de la familia,
lozanos, crecen hermosos,
con sus rosas encendidas.
Azucenas y violetas
compiten con los geranios,
los gladiolos y narcisos
con siemprevivas y nardos.
La palmera dama esbelta,
candelabro de cien brazos,
a los vientos desafía
sorteando sus rechazos.
Mi vecino el nisperero
me observa por la ventana,
y curioso no me deja
de la noche a la mañana.
Mi botica jardinera,
de plantas medicinales,,
generosa nos ofrece
sus dádivas especiales.
Albahaca y toronjil
caña santa y hierbabuena,
hinojos, poleo y menta
con tomillo se completa.
Pero el romero es el rey
de esta corte soberana,
de toronjil y melisa,
perejil y mejorana.
Mi jardín es mi relax
me distrae y me serena,
me reconforta y alivia
me hace olvidar toda pena.
martes, 29 de septiembre de 2009
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