Al pueblo sencillo se le engaña fácilmente creando mitos para que los admiren y los sigan, claro está, sacando provecho los creadores de tales mitos. Hemos vivido y seguimos viviendo, aunque en menor escala, conforme el pueblo va teniendo más cultura y conocimiento de las cosas, de una cantidad de mitos, que evidentemente no son verdaderos. Y uno de estos mitos es creer que la justicia es merecedora de un acto de fe. Con frecuencia oímos decir : yo creo en la justicia. La justicia no es ni puede ser objeto de fe ninguna.
No existe obra humana que no adolezca de un grado mayor o menor de imperfección. Los jueces son seres humanos y como tales falibles. Los jueces se equivocan en sus sentencias, a pesar de que pongan todos los medios que tienen a su alcance, y esto tratándose de jueces que quieren hacer las cosas bien y por tanto éticamente correctos. Pero también nos dice la experiencia, que a veces los sumarios no se han hecho bien, no se han trabajado correctamente y se han concluido con una sentencia injusta.
La frase creo en la justicia, habría que cambiarla por espero que la justicia actúe con corrección. Hay que bajar a la realidad y desechar toda clase de mitos.
domingo, 4 de octubre de 2009
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