Clarines vibrantes suenan
en las gradas de la plaza ,
los chiqueros ya se abren
el toro su turno aguarda.
Uro engendro del pasado,
animal de bella estampa,
nobleza y valentía
demuestras en las manadas.
Libre en las dehesas vives,
el aire libre es tu casa,
las encinas y chaparros
adornan tu bella estampa.
Cumplida la edad de lidia,
abandona la manada,
y a los cosos es llevado
como gladiador de fama.
Bravo y ágil te comportas
cuando sales a la plaza,
y tus pinceles de muerte
pinta la arena de grana.
Luchas contra los caballos
con bravura y con casta,
no rehuyes la pelea
aunque te hieran con saña.
Con nobleza y fijación
haces hilo con la capa,
y el torero te conduce
con maestría y elegancia.
A pesar de tu nobleza,
a veces, la infame parca
cambia sus rayos de acero
por tus afiladas astas.
Los garapullos que sientes
no te amilanan, te agrandan,
y con bravura y fiereza
demuestras tu buena raza.
Gladiador de rubio albero,
no has perdido la batalla,
porque en frondosas praderas
verás tu raza encarnada.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
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