No se lo que tiene tu grata presencia
que cambia por luces mis tristes tinieblas,
disipa, en mi vida, la ansiedad que causa
la gente que agobia con ingratas quejas.
Tu sombra protege, cual ángel alado,
todos los caminos que errante recorro
buscando la dicha, la paz y armonía
y no encuentro nunca lo que me propongo.
No se si quimeras persigo en mi vida,
fantasmas vacíos de luz y apariencia
que atruenan mi mente con signos ignotos,
dejando mi alma en busca perpetua.
Nada satisface mi sed de certeza,
ni cantos ni danzas de bellas sirenas,
siempre voy buscando lo que no poseo,
pero nunca encuentro veraces respuestas.
Los sabios que encuentro cuando me pregunto
por verdades que el hombre siempre se platea,
no tienen de sabios más que la fachada,
teorías, palabras, misterios, nunca dan respuesta.
Tú respondes siempre mis miles preguntas,
contigo respuestas tengo a mi inquietud,
sereno, dichoso estoy en tu presencia
mi vida, agitada, me la llenas tú.
martes, 12 de enero de 2010
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