Gaviota mañanera
que te levantas al alba,
tus largas alas extiendes,
los rayos del sol te bañan.
Dejas las rocas nocturnas,
levantas tus blancas alas,
miras hacia el horizonte,
planeas sobre la playa.
Sobre la orilla te posas,
acompañada te hallas,
juegas con tus semejantes
pintando la arena blanca.
Gaviota no te alejes
a alta mar no te vayas
que las borrascas acechan,
busca tu vida en la playa.
Levantas tu raso vuelo
cruzas los aires, lozana,
oteas desde lo alto
si hay peligros que amenazan.
Gaviota no te acerques
a olas, que enormes, saltan,
y que entierran en la mar
la quietud y la esperanza.
Espera que la mar calme,
que se serenen sus aguas,
que ya los peces se asomen
por diáfanas ventanas.
No te acerques confiada
al pescador de la barca,
que sus remos son muy largos
y sus caricias amargas.
Gaviota en el roquedo
cifras tu gran esperanza
de criar a tus polluelos
a salvo de esta mar brava.
No tengas temor al viento,
si vuelas con la bandada,
vuela libre gaviota
por las rutas que tú trazas.
martes, 20 de abril de 2010
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