lunes, 3 de mayo de 2010

Buscando a mi amada

He recorrido los montes,
he preguntado a las hadas,
si en la espesura del bosque
han encontrado a mi amada.

Si por alguna vereda
o por alguna montaña,
han visto brillar la luz,
la del lucero del alba.

Dos ráfagas deslumbrantes
emite con su mirada,
y cuando cierra sus ojos
los resplandores se apagan.

He preguntado a las flores
que lucen sus lindas galas,
si tienen por compañera
al amor de mis entrañas.

A las abejas que liban,
que vuelan de flor en rama,
les pregunto esperanzado
si la han visto en la montaña.

A los gigantes del bosque
con sus copas empinadas,
voy a pedirles que oteen
si alguna princesa hallan.

Pastores que transitáis
por transumantes cañadas
¿No habréis visto alguna vez
a la que me roba el alma?

Si la habéis visto, por Dios,
decidme dónde se halla,
no puedo seguir viviendo
ni morir sin encontrarla.

Vosotras aves del cielo,
¿habéis visto sus pisadas?,
las caricias que sus piés
hacen a las flores blancas.

Nadie me ha dado respuesta,
mi esperanza no se apaga,
y cuando llegue la noche,
yo soñaré con mi amada

.

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