Nos pasamos nuestra vida
cambiando de pensamiento,
de actitudes, de criterios,
buscando siempre lo nuevo.
Ensayamos un sistema,
un camino que no es nuestro,
y muchas veces volvemos
otra vez a nuestro tiempo.
La innovación en la vida,
estudiada y con provecho,
es norma del que ha nacido
inteligente y discreto.
Siempre es bueno y saludable
fomentar lo que entendemos
que es ayuda para el hombre
y que llamamos progreso.
Pero a veces olvidamos,
que lo nuevo no es progreso.
Cuántas novedades hay
tildadas de retroceso.
Hay falsantes que pregonan
su mercancía, de deshecho,
como novedad que sirve
de solución para el pueblo.
Las modas, por sí, no sirven
para contrastar lo bueno,
pues sólo al superficial
lo engañan con lo que es nuevo.
jueves, 8 de julio de 2010
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